Terminal de contenedores de Mariel
La Habana, Cuba. – En septiembre de 2013 el Estado cubano hizo públicos los cuerpos legales que amparan la creación, desarrollo y funcionamiento de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, un puerto de aguas profundas ubicado en la costa norte del occidente de Cuba y que escrudiña con ojo avizor las aguas del Golfo de México, el estrecho de la Florida y el no lejano Atlántico, ubicación que de por si lo convierten en un punto de alto valor para la navegación y el comercio.
Respaldada por un proceso inversionista dinámico y solvente, la llamada ZDEM se encamina a la generación de exportaciones y sustitución de importaciones; la transferencia de tecnología de avanzada, el acceso a la inversión extranjera y la generación de empleos.
Altos niveles de eficiencia en los procesos de importación, exportación y distribución; estimular el establecimiento de empresas nacionales o extranjeras y su articulación con el resto de la economía, son atributos que deben identificar a la ZDEM.
Con un programa a largo plazo, la ZDEM tiene hoy su punto de arranque en la terminal de contenedores, proyecto que ya ofrece sus primeros dividendos y que inserta a Cuba en la dinámica comercial de la región, una de las más activas del planeta al tener al norte a Estados Unidos, el mayor mercado exportador e importador, mientras al sur el Canal de Panamá constituye sin dudas una puerta de unión entre el sur y el norte y donde la ZDEM debe jugar un papel importante.
Administrada por la empresa de Singapur (PSA), la terminal de contenedores de Mariel se destaca por su alta eficiencia y tecnología, aspectos que la sitúan entre las mejor dotadas del hemisferio.
Otras perspectivas en el horizonte
La ZDEM no es solo la terminal de contenedores, con una amplia franja de terrenos y apenas a 45 minutos de trayecto por carretera con La Habana, la ZDEM debe favorecer eslabones productivos que impliquen diferentes actores de la economía cubana.
Abierta a la inversión extranjera, la ZDEM debe dar cobijo a inversiones foráneas que atraídas por las ventajas impositivas y de comercio que respalda la Ley de Inversiones Extranjeras vigente en Cuba.
La ZDEM no es solo puerta de entrada o salida de materias primas o mercancías, es también un escenario para la producción de diversas líneas que pueden ir desde la industria ligera hasta el ensamblaje de vehículos y maquinarias.
Con los ojos puestos en el mercado norteamericano, inversores procedentes de lejanos puntos del planeta pueden acortar sus costos de producción a partir de asentarse en la ZDEM, mientras el empleo tendría un despertar, dando cabida a miles de cubanos que, a diferencia de otros mercados laborales, ostentan un alto nivel educacional y preparación técnico-profesional.
Como un proyecto estratégico y a largo plazo, la ZDEM da ahora sus primeros pasos en el camino de ir remodelando la economía cubana hasta hacerla más eficiente y competitiva, algo que constituye el pilar de la estrategia cubana de un socialismo próspero y sustentable.