Durante meses la ayuda médica cubana al pueblo haitiano fue minimizada por la gran prensa, incluso cuando la mayoría de los galenos llegados de otros países tras el sismo tomaron el camino de regreso.
Los cubanos, quienes permanecían en Haití desde diciembre de 1998, poco después del paso del huracán George, fueron los primeros en incorporarse a la atención de los heridos tras el terremoto del 12 de enero último.
En la misma noche del movimiento telúrico, cirujanos de Cuba montaron un hospital de campaña en un lugar conocido como el Anexo, un sitio adjunto al hospital militar de Puerto Príncipe.
A la luz de linternas, entre los quejidos de cientos de personas, los médicos de Cuba realizaron decenas de amputaciones, de curas y pasaron por improvisados quirófanos a cientos de haitianos.
Justo reconocimiento a los cubanos
A los 3 meses del sismo en Haití, el barco hospital estadounidense Confort levó anclas y tomó el camino del regreso, mientras los cubanos se mantenían en las comunas, en los hospitales de campaña o abrían nuevos puestos de salud.
En abril pasado se despidió el contingente español que permaneció en Petit Goave y medios de prensa de todo el mundo se hicieron eco del número de operaciones realizadas y de la cantidad de litros de agua entregados.
Unos días después se abrieron las puertas de un hospital comunitario en Bassin Bleu y ninguno de los grandes medios se dio por enterado, tal vez porque NO sabían que en aquel sitio nunca hubo instalación igual.
Hasta 23 servicios se prestan ya en el referido lugar, entre ellos de cirugía, ortopedia y estomatología, algo que pudo parecer un sueño para los habitantes de una zona demasiado agreste y de acceso difícil.
Solidaridad sin límites
Los trabajadores cubanos de la salud, acompañados por graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina, no se encargaron de proclamar a los cuatro vientos cuánto hicieron en estos meses por el pueblo haitiano.
Tal vez cumplieron su labor con más humildad que lo normal, pero no por eso la gran prensa minimizó su labor o la censuró completamente, sino porque constituyen un ejemplo -tal vez el mejor- de lo que necesita Haití.
Mientras Cuba aporta galenos, medicinas, equipos médicos y construye hospitales en coordinación con Venezuela, el dinero prometido para la reconstrucción del país aún es una quimera.
De eso tampoco se hacen eco los grandes medios de prensa, porque Haití hace tiempo dejó de ser noticia, salvo cuando alguna personalidad internacional decide pasar por esa capital o alguien del mundo de la farándula vincula su nombre con el país.